Red de Regeneración del Paisaje Minero
Centro de Reciclaje de Carbón y Equipamientos Nómadas
Valle de Laciana. Villablino, León
El Valle de Laciana al noroeste de León, es un paisaje modificado por la actividad hombre, en el que es perceptible la huella de la minería, actividad principal del valle desde principios del pasado siglo. Existen vestigios evidentes como los impresionantes conjuntos industriales dispersos por el valle o las escombreras de estériles de carbón diseminadas por las laderas. Otros no se ven a simple vista, como los pozos mina subterráneos o las enormes minas a cielo abierto, que han arrasado las crestas de las montañas para extraer el mineral. Es en definitiva un paisaje del carbón y de carbón.
La huella que apenas se ve pero que está latente en la memoria del territorio es la vía férrea que unía todo este sistema productivo y que está en desuso. El Valle de Laciana estaba recorrido por dos ramales de tren que llevaban toda la producción de carbón a Villablino, donde se lavaba y se llevaba a la Minero Siderúrgica de Ponferrada por la vía de tren conocida en la comarca como Ponfeblino.
Por ello se entiende que el valle funciona como una estructura lineal soportada por la infraestructura del tren, que cosía todo el sistema.
El proyecto propone recuperar esta infraestructura territorial en desuso y cambiar el antiguo sistema productivo por una red de conocimiento e investigación que genere una nueva industria en el valle. El territorio se articula a través de la vía de tren. Esta va a ser por un lado soporte y transporte del sistema de colonización de los solares industriales, generando nodos de investigación apoyados sobre antiguas edificaciones industriales.
Por otra lado, van a viajar por la vía equipamientos nómadas que van a dar servicio a los pueblos y van a parar en las areas de intercambio de los centros de investigación. Se trata por tanto de un territorio programado a través de la vía del tren, con nodos de densidad y usos variables y transferibles.
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El nodo sobre el que se centra el proyecto es el antiguo lavadero de carbón de Villablino. El conjunto se encuentra en la parte baja del pueblo, y está atravesado por las infraestructuras del río y del ferrocarril. La estrategia de colonización del solar es ramificar la vía férrea que lo atraviesa en otras 3 vías correspondientes a las 3 diferentes actividades del centro.
El edificio va a crecer en los márgenes de estas vías, adoptando una configuración óptima para la conexión de los trenes nómada desde ambos márgenes. Los usos más pequeños de laboratorios y despachos se desarrollan en esta zona mientras que los grandes almacenes de carbón para reciclar e invernaderos se albergan en los edificios industriales existentes, manteniendo su imagen de grandes contenedores.
El conjunto adquiere una configuración que recuerda a las playas de trenes de las estaciones. Al centro se accede por los dos extremos del solar. En el extremo izquierdo, más próximo al pueblo, se encuentra un receptor público de equipamientos para los habitantes del pueblo. A continuación se encuentra la residencia de investigadores y por último las edificaciones adosadas a las 3 que vías que corresponden a los usos de formación, investigación de cultivos hidropónicos con carbón e investigación de materiales reciclados con carbón. La nave más grande se usa como fábrica de materiales de carbón reciclado. A esa nave llegan por un funicular los estériles de carbón de la escombrera que generó el lavadero, para su reciclado, inviertiéndose el ciclo del carbón.
La vía jerarquiza el uso de los espacios. Los más próximos a la vía son las aulas y laboratorio conectables a los vagones y un cuarto técnico con un grupo electrógeno para poder conectar los vagones que pasen más tiempo en el centro de investigación y poder dotarlos de luz y agua. La segunda línea respecto a la vía está formada por un laboratorio o talleres compartimentables de doble crujía, y la tercera o cuarta fila son despachos, almacenes, talleres de operarios y aparcamientos de vehículos más vinculados a los espacios entre edificaciones. Hay un gradiente de lo público a lo privado cuanto más nos alejamos de la vía. Todo ello está unido por un sistema de páraselas.
La organización espacial se inspira en la de los vagones de los trenes. Los espacios centrales son los espacios servidos de aulas y laboratorios y en los extremos se encuentran los módulos servidores que funcionan como colchón entre los accesos y los espacios de trabajo. Estos módulos son asientos, armarios, lavabos, duchas y cambiadores. Estos espacios extremos actúan como colchón entre los accesos y los espacios de trabajo, además de como cortavientos y cortafuegos. El mobiliario es perimetral y es abatible y las sillas son deslizantes y escamoteables, y los armarios y estanterías se inspiran en los maleteros de los trenes.
La conexión de las nuevas edificaciones con las preexistencias se realiza a través de pasarelas respetando el gálibo de paso del tren. Los edificios se encuentran un poco elevados para aislarse de la nieve en invierno y para ajustar el suelo a la altura estándar del suelo los trenes y poner unirse a través de pasarelas y andenes, a 1,27m del suelo.
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En cuanto a la construcción, se buscaba generar una estrategia y un sistema constructivo diseñar una estrategia replicable en el resto de solares industriales del valle y adaptable a las preexistencias. Por ello se piensa en un sistema constructivo colonizador que sea transportable en el tren, fácil de construir y de montar en seco.
Se diseña una pieza en anillo de acero para facilitar el estandarizado y el transporte. Se utiliza el método de cálculo de elementos finitos ya que es una pieza continua. El ancho de la pieza viene dado por el ancho del tren, lo cual va a determinar la configuración y el aspecto final del edificio.
El montaje se inspira también en los montajes por cuadernas y módulos prefabricados de los trenes y los aviones. La sección constructiva es la de un tubo compacto con las cuadernas rellenas de aislante que le confiere compacidad además de aislamiento térmico y acústico, un acabado de chapa de madera flexible ondulada al interior y espacio para los muebles e instalaciones. El exterior se resuelve con chapas ondulada de aluminio remachadas entre sí.
La cubierta se resuelve con una pieza de aluminio microperforado remachado para dar continuidad a la imagen de tubo. El agua de lluvia se filtra por las perforaciones hacia una chapara grecada interior que hará las funciones de canalón y desagua en uno de los espacios servidores de los extremos. Cuando nieva los tubos calorportadores situados sobre la chapa grecada derriten la nieve para que no se acumule en la chapa superior.
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El resultado es un paisaje productivo postindustrial programable por los parámetros de la temporalidad, la reutilización y la transferibilidad.